¿Qué es la microbiota? ¿Cómo cuidarla?
La microbiota, antes conocida como flora, es fundamental para ayudar en el correcto funcionamiento de nuestro organismo. En este artículo entenderás qué es, quién la compone, qué funciones tiene o cómo cuidarla.
¿Qué vas a encontrar?
- 1 ¿Qué es la microbiota?
- 2 Composición de la microbiota
- 3 ¿Cuál es la función de la microbiota?
- 4 Disbiosis y eubiosis. ¿Qué significan?
- 5 Consecuencias de un mal cuidado de la microbiota
- 6 Test de microbiota
- 7 ¿Cómo cuidar la microbiota?
- 8 Conclusión
- 9 Mantente al día de las últimas novedades en salud y microbiota con nuestra newsletter
¿Qué es la microbiota?
La microbiota es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo. Son billones de microbios que viven en simbiosis, es decir, en una relación de beneficio mútuo con nuestras células humanas. Formando parte de la microbiota encontramos bacterias, virus, hongos, arqueas y protozoos. Estos microorganismos deben estar en equilibrio y cumplir con sus funciones para ayudarnos a mantener la salud.
Composición de la microbiota
La composición de la microbiota va a variar en función de la parte del cuerpo que observemos. Porque, efectivamente, tenemos microbiota en prácticamente todas las superficies de nuestro cuerpo.
Microbiota intestinal
La microbiota intestinal es la más estudiada de todas. A lo largo de todo el tracto gastrointestinal va a cambiar la composición microbiana. En el estómago encontramos una microbiota muy escasa debido a la acidez extrema y las enzimas digestivas que dificultan el crecimiento y supervivencia de muchos microorganismos. En el intestino delgado comienza a aumentar poco a poco la cantidad y diversidad de microbios y en el intestino grueso es donde se detecta la mayor densidad microbiana y el ecosistema más complejo.
Microbiota oral
La microbiota oral va a ser diferente en cada una de las partes que componen la boca: la lengua, los carrillos, sobre los dientes o en las encías, donde no hay tanto oxígeno. La microbiota oral es muy diversa y de una gran complejidad. Se han identificado más de 700 especies distintas formando parte del microbioma oral. Cuidar esta microbiota es fundamental para preservar la salud oral, pero también para el bienestar de todo nuestro organismo.
Microbiota vaginal
La microbiota vaginal debe tener una baja diversidad de microorganismos, a diferencia de lo que ocurre con la microbiota intestinal u oral. En la microbiota vaginal de mujeres sanas domina un tipo de bacteria, los lactobacilos, que llegan a suponer el 99% de todas los microbios en esta región.
Una microbiota vaginal con mayor diversidad microbiana y menor presencia de lactobacilos se asocia a trastornos o infecciones del tracto genitourinario.
¿Cuál es la función de la microbiota?
La microbiota lleva a cabo funciones fundamentales en nuestro organismo. La más estudiada es la microbiota intestinal y, especialmente, las bacterias que la componen. Se sabe que esta comunidad bacteriana juega un papel clave en procesos como:
- Digestión de ciertos alimentos. Hay componentes de los alimentos que nuestras enzimas digestivas no son capaces de digerir, como la fibra. Estos compuestos llegan al colon sin digerir y aquí nuestra microbiota los fermentan dando lugar a moléculas beneficiosas como los ácidos grasos de cadena corta.
- Fabricación de compuestos bioactivos como la vitamina K, las vitaminas del grupo B, ciertos neurotransmisores, etc.
- Eliminación de compuestos tóxicos.
- Protección frente a patógenos. Las bacterias comensales o amigas nos protegen mediante varios mecanismos: 1) Compitiendo por los recursos, el alimento o el espacio. 2) Produciendo sustancias con acción antimicrobiana.
- Mantenimiento de la barrera intestinal: la microbiota es clave para que se produzca una capa de moco que protege el epitelio intestinal y favorece la integridad de esta barrera.
- Modulación del sistema inmunitario. La microbiota va a “entrenar” a nuestro sistema inmune de modo que sepa diferenciar entre lo que es propio y aquello que hay que eliminar.
Disbiosis y eubiosis. ¿Qué significan?
La microbiota cuando está en eubiosis se encuentra en equilibrio y cumple con sus funciones. Es muy complicado definir una microbiota normal porque no se trata de una proporción exacta de microorganismos, en cada individuo una microbiota saludable puede ser diferente.
Hablamos de disbiosis cuando está la microbiota alterada y deja de ser funcional. El desequilibrio puede ser:
- Cuantitativo: cuando hay más microorganismos que los habituales o deseados en esa región. Por ejemplo, cuando hay un sobrecrecimiento de microorganismos en el intestino delgado, lo que se conoce como SIBO.
- Cualitativo: encontramos microorganismos que no son habituales en ese ecosistema y causan un perjuicio. Por ejemplo, tener bacterias propias del intestino en el tracto urinario puede ocasionar una infección.
Los desequilibrios en la microbiota, o disbiosis, pueden atribuirse a hábitos de vida poco saludables, como una dieta inadecuada, el estrés, la falta de actividad física, así como a factores externos como la contaminación, la exposición a sustancias tóxicas y el consumo de diversos fármacos como antibióticos.
Consecuencias de un mal cuidado de la microbiota
El mal cuidado de la microbiota puede tener consecuencias importantes en nuestra salud. El desequilibrio de la microbiota intestinal o disbiosis, no solo se relaciona con síntomas gastrointestinales, sino que también puede tener consecuencias extraintestinales. Algunas de estas consecuencias incluyen:
- Problemas de salud bucal, como caries o enfermedades periodontales.
- Infecciones del tracto genitourinario, las temidas cistitis y candidiasis, son algunos ejemplos.
- Trastornos gastrointestinales, que incluyen síntomas como diarrea, estreñimiento, gases, etc.
- Enfermedades metabólicas como por ejemplo la obesidad o la diabetes.
- Alteraciones en la respuesta del sistema inmunitario, lo que puede favorecer que se desencadenen enfermedades autoinmunes, autoinflamatorias, alergias y atopias, entre otros.
- Trastornos asociados a la alteración de los ejes intestino-cerebro, intestino-piel, intestino-pulmón, etc.
Estos son solo algunos ejemplos, como vemos, las consecuencias de un mal cuidado de la microbiota puede provocar una amplia variedad de problemas de salud.
Test de microbiota
Los test de microbiota analizan el ADN microbiano de diferentes muestras humanas, normalmente se realizan análisis de microbiota fecal. Con estos análisis se logra determinar la abundancia e identificar taxonómicamente un número importante de microorganismos. En muchos casos, los test de microbiota pueden ser una herramienta útil para conocer el tipo de disbiosis que tiene un paciente.
Pero no podemos olvidar que se trata de una “imagen fija”, se muestra el estado de la microbiota en un momento concreto y esta puede cambiar con relativa facilidad a lo largo del tiempo. Además, en el caso de los test de microbiota fecal se representa principalmente la microbiota que se encuentra en el espacio endoluminal (el tubo digestivo) del intestino grueso, por lo tanto no son representativos de la microbiota de la mucosa ni de otras partes tracto intestinal como, por ejemplo, el intestino delgado o el ciego.
¿Cómo cuidar la microbiota?
Para cuidar la microbiota hay que prestar atención a todos esos aspectos del día a día que afectan a su composición. Estos factores incluyen el estrés, el sedentarismo o la alimentación, entre otros.
Probióticos
Para cuidar la microbiota y revertir un desequilibrio o disbiosis podemos recurrir a la suplementación con probióticos. Los probióticos son microorganismos vivos que en las cantidades adecuadas confieren un beneficio.
Es fundamental seleccionar cepas específicas ya que no todos los microorganismos probióticos llevan a cabo las mismas funciones. Los estudios también indican que a la hora de seleccionar un probiótico, más importante que un número elevado de cepas probióticas, es elegir aquellas que han demostrado utilidad y tienen el respaldo científico.
Para llevar a cabo la microbioterapia es clave, además de seleccionar las cepas adecuadas, que estas sean humanas y de IV generación para garantizar que lleguen vivas y logren resultados a más largo plazo.
Alimentos saludables y dieta
Como ya se comentó, un aspecto fundamental para cuidar la microbiota es la dieta. Los componentes de los alimentos van a influir en la composición microbiana. Las dietas a base de ultraprocesados han demostrado reducir la presencia de especies beneficiosas de nuestra microbiota y favorecer el incremento de patógenos. Mientras que las dietas que incluyen carbohidratos complejos, omega-3 y polifenoles promueven una composición microbiana más saludable.
Conclusión
En resumen, la microbiota es esencial para mantener la salud y el equilibrio del organismo. La disbiosis puede tener un impacto negativo en la salud, afectando tanto al tracto gastrointestinal como a otros sistemas del cuerpo. Para cuidar la microbiota, es importante considerar factores como el estrés, la actividad física y la alimentación. Además, puede ser de utilizar probióticos específicos, siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Nutribiótica está compuesta por un amplio equipo médico y científico que trabaja para divulgar de manera sencilla, atractiva y adaptada a todos los públicos contenido relacionado con la microbiota, la salud y el bienestar.
- #NBlog
- Puede que también te interese
En este artículo, repasaremos las últimas evidencias científicas relativas a esta...
Suscríbete a nuestra newsletter y sé el primero en enterarte de todas nuestras ofertas y promociones.